viernes, 20 de marzo de 2009

Sequía

Escribo retazos. Trozos de lo que quiero decir.
No consigo armar un texto claro, pues mis ideas tampoco llegan a serlo.
Absurdo sería si lo logrará.

Escribo pequeñas hormiguitas de tinta, que quizá se borren con el tiempo.

Escribo letras, las reconozco, pero esta vez la noto tan... acartonadas.
¿O seré yo? ¿Es que acaso son mis ojos? ¿Es posible que el transcurso de los días haya podido volver tan fría mi mirada?

No lo se.
Igual escribo. Aunque me duela lo triste que se ven estas palabras.

Escribo palabras secas, a las que se les cae la piel y se les cae el encanto.
Con este papel de palabras olvidables haré un barquito que llevaré al mar.
Que dejaré en el mar.

Mi esperanza es que el agua al mojar cada letra, las hidrate lo suficiente, garantizando que si alguna vez estas palabras llegan a ser leídas, no se perciba que nacidas fueron áridas, amarillas, flacas.

O peor aun, alguien pueda darme la certeza de que si son mis ojos los que están perdiendo
sensibilidad.

Pero igual escribo, corriendo el riesgo, animándome a las consecuencias.

[...]

lunes, 16 de marzo de 2009

En estos días



En estos días... todo el viento del mundo sopla en tu dirección.
La Osa Mayor corrige la punta de su cola y te corona con la estrella que guía, la mía.
Los mares se han torcido con no poco dolor hacia tus costas.
La lluvia dibuja en tu cabeza la sed de millones de árboles.
Las flores te maldicen muriendo celosas.

En estos días no sale el sol sino tu rostro y en el silencio sordo del tiempo gritan tus ojos.
¡Ay de estos días terribles! ¡Ay de lo indescriptible!

En estos días no hay absolución posible para el hombre,
para el feroz, la fiera que ruge y canta ciega, ese animal remoto
que devora y devora primaveras.

En estos días no sale el sol sino tu rostro y en el silencio sordo del tiempo gritan tus ojos.
¡Ay de estos días terribles! ¡Ay del nombre que lleven!
¡Ay de cuantos se marchen! ¡Ay de cuantos se queden!
¡Ay de todas las cosas que hinchan este segundo!
¡Ay de estos días terribles asesinos del mundo!

[En estos días • Silvio]

martes, 10 de marzo de 2009

Estos [ojos] míos



Mis ojos siempre sacan la fuerza de donde no la hay para mantener la mirada firme.
Y para mi son ellos quienes logran que mantenga la frente en alto, la sostienen con esa misma fuerza que se crean de la nada, y la invitan a salir a la calle con perfume a dignidad.

Son ellos también, los que me conocen tanto, que cuando estoy triste, se esmeran el doble por encontrar algún detalle que me saque una sonrisa. Por eso, por ejemplo, como saben que me encantan las mariposas, las buscan desesperados.

Son unos ojos chiquitos [mamá dice que son almendrados], pero no necesitan ser grandes para ver grandezas, ellos encuadran siempre las mejores sonrisas, hacen foco ahí en esos fragmentos de tiempo que están cargados de sensaciones y logran distinguir que rumbo tomar sin olvidarse de las huellas que fui dejando.

Son ojos despiertos, solidarios, creativos.

[...]

Pero hace días que no parecían los mismos, ojos anestesiados, llevaban su mirada tirada por el piso, vacilando por las sombras, ojos cansados, ojos afligidos.
Y entonces, dieron su último esfuerzo para no marchitarse del todo, sin perder tiempo, se dispusieron su propio riego.
Fue un llanto interminable.
Ahí estaban mis ojos como dos piletas de agua desbordadas, brillando más que nunca, llorándolo todo.

[...]

Ahora mis ojos, ojos lavados, ojos hinchados, ojos aliviados, vuelven a ser los que sacan fuerzas de donde no la hay.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Tarde del cielo

Música del cielo:


Colores del cielo:


Mi cielo:

¿Será que me gusta tanto la lluvia porque después es más lindo ver como el sol tiñe el cielo con sus luminosos colores? ¿Porque las gotas hacen que todo esté más brillante?

Música, cielo, mi sobrina, magia. Claro, es miércoles.