sábado, 27 de septiembre de 2008

De pájaros-

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Los buscaba por el cielo, suelen llegar a la tarde, cuando el cielo es bien celeste y la luz del sol les pega de costado.
Entonces yo los buscaba, siempre los espero y cuando los veo me quedo maravillada viendo como atraviesan el cielo, como abren las alas, como vuelan.
Pero esta tarde estuvo más despejado que nunca, y no se vio ni una manchita en el lienzo celeste que se tiende de cielo.
Yo esperaba, y miraba para todos lados, buscando…
Estaba entre esperanzada y extrañada, es que están todas las tardes, yo los veo volar llevando la libertad mas pura que conocí. De vez en cuando alguno canta para mí.
Pero esta tarde parece estar silenciosa, sin canto, sin vuelos.
Siempre contradecí a ese dicho “mas vale pájaro en mano que cien volando”, no,
para mi mejor todos volando, todos en el cielo, todos libres.
Pero hoy, reconozco que hoy quería esos pájaros para mí, en el cielo pero para que yo los mire, para volar por ellos.
¿Pero en dónde estarán estos pájaros?
¿Se habrán ido lejos de mi cielo?
¿Habrán emigrado al norte?
Entre tantas preguntas iba y venía, de acá para allá [¿volaba?]
Entonces me di cuenta.
Habré estado tan despistada mirando el cielo, que no los llegue a sentir cuando llegaron, pero cómo no escuchar su chillido, ese cantito dulce donde se esconde un arcoiris, cómo no sentirlos si me están hablando al oído.
Yo me di cuenta recién, pero estuvieron conmigo toda la tarde, tengo pájaros en mi cabeza, acomodándose entre mis pensamientos.
No son muchos, tres o cuatro, tengo pájaros en la cabeza, de plumas de muchos colores, son ligeros, no me molestan.
Lo insulso sigue siendo que ando así, con pájaros en la cabeza, pero no puedo volar.
Y la tarde se cae.
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miércoles, 24 de septiembre de 2008

Mucho más grave

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo y eso en verdad no es nada extraordinario, vos lo sabés tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte cuando digo todas las parcelas, no me refiero sólo a esto de ahora, a esto de esperarte y aleluya encontrarte, y carajo perderte y volver a encontrar y ojalá nada más.
No me refiero sólo a que de pronto digas voy a llorar y yo con un discreto nudo en la garganta: bueno llorá, y que un lindo aguacero invisible nos ampare y quizá por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero sólo a que día tras día aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades o que yo pueda o creerme que puedo convertir mis reveses en victorias o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación.
No la cosa es muchísimo más grave
cuando digo todas la parcelas quiero decir que además de ese dulce cataclismo también estas rescribiendo mi infancia, esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes y los solemnes adultos las celebran y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos y vos sabés en cambio extraer de ese páramo mi germen de alegría y regalarlo mirándolo quiero decir que estás sucumbiendo mi juventud ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos esa sombra que nadie arrimó a su sombra y vos en cambio sabés estremecerla hasta que empiecen a caer las hojas secas y quede la armazón de mi verdad sin proezas
quiero decir que estás abrazando mi madurez esta mezcla de estupor y experiencia este extraño confín de angustia y nieve esta bujía que ilumina la muerte este precipicio de la pobre vida.
Como ves es más grave muchísimo más grave
porque con éstas o con otras palabras quiero decir que no sos tan sólo la querida muchacha que sos sino también las espléndidas o cautelosas mujeres que quise o quiero.

Porque gracias a vos he descubierto (dirás ya era hora y con razón) que el amor es una bahía linda y generosa, que se ilumina y se oscurece según venga la vida, una bahía donde los barcos llegan y se van, llegan con pájaros y augurios y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa donde los barcos llegan y se van...
pero vos por favor no te vayas.


[Benedetti]

viernes, 19 de septiembre de 2008

Cómo?

[. al estilo Julio, para leer en forma interrogativa .]

Descubriré alguna vez tus ojos mirándome.
Calmaré tu sed.
Seré reflejo fiel de tu deseo más profundo.
Descubrirás quizás la puerta esperando a que decidas entrar.
Descubrirás que en tus ojos hay caminos que recorro aunque no deje huellas.
Nos descubrirá el sol una mañana/ una tarde/ en una esquina.
Podré darte las canciones que he guardado para vos.
Podré alcanzarte este cielo de algodón.
Controlaré esta ansiedad de no tenerte.
Soportaré esta espera sin perderme.

º

[. Pregunto, sin pedirte las respuestas .]
Solo son estos días... Un alma desprotegida... Unas manos frías.

martes, 16 de septiembre de 2008

.Tiempo de Florecer.

¿Por qué rendija entró tu primavera?
¿Qué luna habrá la noche que me quieras
brillando en la ventana?
-Ana-


Durante el año puedo imaginarme primaveras.
Las hojitas volviéndose cada vez más verdes, la primera flor que asoma, un color, dos, tres.
El cielo despejado y espejando sonrisas entre las nubes, el cielo abriéndose, acercándose, maravillándose ante la primavera que estalla en cada jardín, por doquier.
.
Resulta que entonces puede ser otoño a las tres de la tarde, o invierno de noche fría, y aun así es también primavera.
Una primavera que invento, que dibujo con un crayón. Una flor que puedo coser en mi remera. Una primavera que se marca en un vidrio empañado por el frío.
Una estación de papel, de hilos azules y verdes, de recuerdos y creaciones.
Una primavera para mí.
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Imagino primaveras construidas, armadas, acartonadas, pero aun así son lindas, son soñadas, esperadas.
A veces vos sos también parte.

Estás conmigo, estamos cantando a la sombra de nuestra parra.Una canción que dice que uno sólo conserva lo que no amarra.Y sin tenerte, te tengo a vos...
-Mi guitarra y vos-


Entonces estamos en primavera, sos perfume, color, sonrisa, espejo, son tus ojos, tus manos, tu risa, tu calidez. Creo que no te das cuenta que sos primavera la mayor parte del año. No se.
Y así te siento, puedo inventar mi primavera, mi septiembre.
.
.
.
Pero yo lo que quería contar es mi sorpresa, vaya sorpresa me llevé el domingo, porque el domingo cuando miré el cielo, cuando salí al patio, cuando estuve allí, nada era inventado.
Parece que a Septiembre se le dio por jugar, se le dio por mimarme.
Me trajo la primavera antes, capaz supo que ya no me alcanzaban primaveras ficticias. No aguantó al 21, la verdad es que creo que yo tampoco me iba a aguantar. Entonces me regaló uno, dos, tres colores, y yo intenté captarlos para compartirlos.
Y acá, una, dos, tres fotos:


Ahora me pregunto -perdón, no es de inconformista- solo es que me nació la duda y también la esperanza…
¿Será que a vos también te traerá Septiembre?
Mientras tanto te invento.

Ven, cura esta pena, quítame estas ganas de ti. (...)
Tu piel traerá perfumes, reflejos de estrella fugáz...
Ven, ya no lo dudes, no hará falta nada más.
Tan sólo: nosotros dos...
-Ganas de ti-

No podían faltar una, dos, tres canciones, Drexler.
^-^

jueves, 11 de septiembre de 2008

instante-

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No soy buena para la estabilidad. siempre algo falta, siempre algo sobra. y la mayoría de las veces no cierran bien las cuentas a fin de mes.
Y una tristeza no duele menos o más que otra anterior, duelen diferente, cada tristeza es como la primera, y uno tiene que aprender a pasar el mal trago.
Con las alegrías... lo mismo, uno no las espera, o las espera tanto que cuando llegan igual sorprenden, y cada nueva alegría es única, y bajan el cielo para que lo alcancemos con la mano izquierda, la del corazón.
Ningún día es igual a otro –seguro que el sol siempre sale por el este?-
Cada vez que escucho la misma canción la encuentro diferente.
Tu recuerdo cambia constantemente, hoy siento tocar tus manos, mañana quizás son tus ojos y toco tu mirada.
No siempre las cosas son como queremos, pero a veces…
Nunca vi un ángel, aunque pensándolo bien…

Miro mis manos, pienso en cómo dejar en los espacios en blanco eso que las letras no pueden conceptualizar, la música suena bajo y yo la escucho pensando en Floretta que me la regalo, hay personas que saben regalar paz, escucho un tal Jaime que dice andar sin tierra, pero seguro que sabe de cielo.

Y mañana va a ser de esos días que duran mucho, entiendo que no me preocupa estar cansada, porque ni el cansancio me va a alejar de una felicidad que quiere durar mucho.

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sábado, 6 de septiembre de 2008

S☼L

Siempre me gustaron las tardes de sol.
Los colores se ven más intensos.
La gente se ve más sonriente.
Es la luz que ilumina con más viveza cada comisura.
En esas tardes de cielos naranjas
me siento más liviana.
Hasta parece que mi tristeza se quedo atrás
atrapada en alguna noche oscura que no logro recordar bien.
En esas tardes de sol revoltoso
donde quiera que mire, veo el amor.
Las hojas de los árboles definitivamente son corazones
y en todos lados se escucha tu canción.
La verdad es que me fue muy difícil entender cómo hacer
para que todas las tardecitas se vistan con mantelitos a cuadros.
Pero ahora que lo pienso era tan simple.
Tenía que empezar por encontrar mi propio sol.
Y todas las tardes serían de él.
Y así, en cada tarde, sería feliz.
Y me costo, y busqué, busqué, me confundí, volví a empezar.
Pero no puedo estar equivocada ahora.
Siento esa alegría que ilumina, que me llega a encandilar.

Todas mis tardes pueden ser mejor.
Si querés ser mi sol.

Spinetta diría también podes ser la luna ^-^

jueves, 4 de septiembre de 2008

Rojo detenido



Semáforo en rojo para ambos.
Manuel por un lado, que siempre se molesta por quedarse estancado en los semáforos, o en cualquier parte, pero esta vez lo tomó de sorpresa, rojo y no pudo no detenerse.
Ella, que podía portar cualquier nombre, caminaba con la mente perdida en ilusiones con las que jugaba unas cuadras y después dejaba tiradas en alguna plaza de paso. Rojo, en inevitable espera para cruzar la calle.
Manuel, inquieto, miró a su izquierda, ella miraba sus pies. Fue un flechazo. Se quedó mirándola pasear unas piedritas con la punta del zapato.
Tenía los ojos definidos, oscuros, con las pestañas en una curva perfecta, los labios rosados y el vestido violeta con flores -recuerdos que Manuel dejó mas tarde marcados en un cuaderno-
Ella no lo miró ni una vez, en cambio miraba sus pies, en una buscó algo en su bolso, miraba el semáforo, miraba de nuevo sus pies.
VERDE. Paso libre, y ella que se pierde entre la masa de peatones acelerados por llegar a la otra esquina.
Bocinazos por parte de los conductores detrás de él, también acelerados, lo hacen volver al mundo.
VERDE. Paso libre para seguir con su ruta, para llegar a casa sin mirar ni de reojo el asiento vacío a su lado.

[...]
Esta muchacha no sera para mí -pensaba mientras la veia doblar para siempre la esquina.
Es que cada mujer que pasa frente a uno sin detenerse es una historia de amor que no se concretará nunca. Y ya se sabe que los hombres de corazon sueñan con vivir todas las vidas.
La conspiración de las mujeres hermosas - Alejandro Dolina
[...]

martes, 2 de septiembre de 2008

^-^

cada uno es en el mundo todo lo que los demás no son
cada uno tiene para dar tanto
.
los hombres a veces olvidamos que somos únicos
los hombres a veces olvidamos que existimos
.
nos dejamos llevar por los días, las costumbres, el qué diran, el embotellamiento en la panamericana o la suba del dólar.
y nos olvidamos de sentir, de hacer, de decir, de vivir, de ser.
.
y si nos miramos al espejo, los hombres no vemos que tenemos tanta luz en nuestro interior, que puede crecer.
.
pero aunque no nos veamos, somos
cada uno es en el mundo alivio y oportunidad

[siempre se puede aprender a mirar]
aprendiendo a mirarme

^-^