jueves, 29 de diciembre de 2011

-Necesito arrancar todo lo que me hiera-

arrancarme el enojo y el dolor
y el recuerdo de la luz de las mañanas que perdí lejos de mi
arrancarme los miedos, las dudas
las veces que corrí hacia atrás por no creer en las buenas caídas
arrancarme el nudo en la garganta
y la bronca en las manos contenida
y los ruidos que te espantan
y cuando me espanto yo
- e s o s m o m e n t o s q u i e r o a r ra n c a r l o s, d e s t e r r a r l o s -
dejarlos girando en el olvido hasta lo imperceptible
girando en el olvido
mareada de recuerdos
me encuentro en el torbellido de vivir sin hacerlo
tan inconstante
tan delirante
tan distante

-necesito amor, necesito más, más libertad-

[Una canción diferente . Celeste Carballo]

lunes, 5 de diciembre de 2011

una casita de paredes manchadas, gastadas por el tiempo, impregnadas de la magia de todas las palabras de las charlas que se escucharon ventanas adentro.
una puerta alta, de madera, de un marrón rojizo acaramelado, que en su escalón se acostumbraban a sentar las muchachas de la cuadra a tomar mate a eso de las 7, cuando cae la tarde y es el momento ideal del día para hablar un poco de como fueron tratadas por los temas del corazón.
una mesa de madera, rectangular, no muy grande, con un florero de vidrio, con dos o tres flores casi siempre, una carpeta tejida, el diario todos los domingos, las facturas, las sillas todas diferentes que fueron quedando con los días;
una casa con un radio, siempre en am, preferentemente tanguera, pero también se escuchaban mucho los relatos efusivos de partidos de fútbol;
un rinconcito con unas cuantas estampitas de la virgencita, que llenaron de paz y dulzura el hogar, que ya tenía bastante dulzura con las pastas frolas de la abuela.
una casita como tantas casitas.
una casa, un mundo.

que tristes quedan las casas, cuando se van las voces, el sonido de los pasos de quienes las habitan, las llenan con sus risas.
que tristes quedan las casas, cuando se vuelven muros a la nada, cuando detrás de sus puertas no te encontrás con la su gente, sino con pura ausencia.

y es esa misma casa, tan llena de vida antes, ahora desolada, demuestra en su vacío algo muy parecido a la nada.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Entre otras cosas, escribo para que no suceda lo que temo; para que lo que me hiere no sea; para alejar al Malo. Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En este sentido, el quehacer poético implicaría exorcizar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.

-Alejandra Pizarnik-


*

Al punto de gritar pero sin sonido.
¿Te pasó que estuviste buscando eso que ya pasó?
Que hostil es el desatino.

*

Extravié mis zapatillas.
Y ahora están colgadas en los cables de la calle
allá fuera congelándose,
yo no se caminar descalza sobre el hielo.

*

No se buscar con el miedo.
Con el miedo de pensar que lo que ya fue, no será otra vez.
Y yo perdiéndome-lo.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Es allí a donde voy

Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy. La punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espalda magia: es allí a donde voy. En la punta del pie el salto. Parece historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy. ¿ O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy. En la punta de la palabra está la palaba. Quiero usar la palabra "tertulia", y no sé dónde ni cuándo. Al lado de la tertulia está la familia. Al lado de la familia estoy yo. Al lado de mí estoy yo. Es hacia mí a dónde voy. Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Después de muerta es hacia la realidad adonde voy. Mientras tanto, lo que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, después de todo es real. Y el alma libre busca un canto para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé de qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien me dirá con amor mi nombre. Es hacia mi pobre nombre adonde voy. Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta? La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos son verdes. Mis ojos son verdes tan oscuros que en las fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo sepa. En la extremidad de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamenta . Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo. Yo al lado del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto. Oh, cachorro, ¿dónde esta tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente. ¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros.

Clarice Lispector-




(ufffffffffffffffffffffff)

lunes, 22 de agosto de 2011

de fantasmas y de mi

Nunca se si soy lo suficientemente buena
para mostrar lo que soy, para mirar lo que hay,
para dejar de insistir en lo que no hay.

Y siempre me atormenta no ser suficientemente buena.

- Ese miedo -
es como un gran fantasma
que se instaló en mi mente y no deja de repetirse,
de repetir que ahí yo no soy tan buena
o no soy nada buena.

Y cada vez que habla me duele tanto
que cierro los ojos.

Entonces tengo que pegar mi autoestima con curitas,
con parches, con cuidado;
mi autoestima tampoco es... digamos,
lo suficientemente buena,
pero ahí esta, sigue en pie intentando
ahuyentar a esos fantasmas
de la mente.


:.

viernes, 19 de agosto de 2011

domingo, 7 de agosto de 2011

//
Tal vez necesite tu amor
para abrigarme el sueño,
de este invierno lo peor
son los insomnios.
Tal vez solo sea admitirlo
y dejar respirar cada instante.

martes, 19 de julio de 2011

Es toda una sorpresa para mí, yo siempre me sentí lejos de todo, como atrás de un cristal, una isla desconocida, inaccesible.
Y de pronto alguien que cruza el jardín tan fácilmente, lo atraviesa con una sonrisa. Entra a mi casa. Se sienta cómodo en una silla, me ofrece la bebida que más me gusta, hablamos de los temas que más me interesan, presta atención a los detalles a los que yo hubiese querido que todos prestasen atención.
[él lo hace]
Y sé que lo hace porque sabe que es lo que yo espero. Me conoce. No tardó mucho tiempo en descubrir mis rincones, mis reacciones.
Me conoce, ve directo a mi alma aunque yo intente reservarme.
Admito que me siento insegura con esta realidad, no sé cómo llevo el sentirme tan expuesta, me asusta que tenga esa libertad sobre mí.
Pero también me agrada cuando le cuento algo que hice o que pienso, y me dice: eso es tan Celes, y tiene razón.

domingo, 5 de junio de 2011

Lo que pasa, es lamentable, pero pasa, aunque sea mucho lo desesperada que esté, sigo prefiriendo cubrirme bajo el beneficio de la duda.
Si.
La duda a veces resulta amable, resulta mas liviana. Poder dudar es también poder tener una chance. La certeza es rotunda, y puede doler, y asusta la idea de confirmar que las cosas no son como uno piensa. La duda nos deja con el %50 en la mano, con el quizás.
No borro el %100 de cobardía, lo admito.
Pero que se yo.
La duda también es sonrisa, es una palabra que podría decir tantas cosas, es planear, es buscar una excusas para escribirse un cuento, es futuro, es incierto.

Hoy no tengo fuerzas para una caída, no esta mal si me acuesto sobre el colchón de los pasos que no dimos.

Mañana quién sabe, me dan ganas de correr.

miércoles, 1 de junio de 2011

Si no estoy diciendo nada, es porque hace tiempo que siento las manos vacías, y no quiero enseñarlas.
El reloj sigue corriendo su aguja igual.

Las cosas cotidianas son las que más cuestan cuando estás esperando lo extraordinario.
Cada cosa que hacés -mirarte en el espejo, poner la pava al fuego, ordenar los libros, acostarte en tu cama- esas mínimas cosas son las que te tiran en la cara la verdad de que eso no llega.
Lo eterno de la ausencia.

Y no, no digo nada, de a ratos me miro las manos, cierro el puño fuerte, aprieto.
Antes no sabía por qué me dolían tanto las muñecas.

lunes, 7 de marzo de 2011

Ces-posmoderna

Pero si el futuro ya no existe como meta, el pasado, a su vez, pierde su valor como modelo, como espejo en el que mirarse o como atadura con la que romper para avanzar. Ahora el presente lo es todo y cuando se mira al pasado no se pretende retomar el hilo de la historia sino demostrar cómo aquél lo engloba todo y cómo en él todo es posible. Así la historia se transforma en simple cita seductora sin que importe su contenido.

Raquel Pelta.
Diseñar hoy.
Temas contemporáneos de diseño gráfico.

(...)
A veces en el estudio encuentro respuestas para otros aspectos de mi ser.

lunes, 24 de enero de 2011

No cargues con el mundo en tus hombros

.

ahora entiendo a Julio y sus ríos metafísicos
ahora que me ahogo en ellos
y todo me da la espalda
ahora pienso en lo injusto de mi noche
si no se acerca el milagro
pero creo que lo injusto es lo acertado
llego el momento de mirar para adentro
directo a mis entrañas y pasiones
y saltarlas
yo conociendo lo que no vi de mi
habrá nuevas aristas
habrá nuevas mañanas
estoy viendo mas claro
he estado tan callada
tantas lunas se me fueron pensando en lo que pasa

no es fácil soltarlo todo
pero tengo tantas ganas
de empezar de nuevo


[...]