viernes, 20 de marzo de 2009

Sequía

Escribo retazos. Trozos de lo que quiero decir.
No consigo armar un texto claro, pues mis ideas tampoco llegan a serlo.
Absurdo sería si lo logrará.

Escribo pequeñas hormiguitas de tinta, que quizá se borren con el tiempo.

Escribo letras, las reconozco, pero esta vez la noto tan... acartonadas.
¿O seré yo? ¿Es que acaso son mis ojos? ¿Es posible que el transcurso de los días haya podido volver tan fría mi mirada?

No lo se.
Igual escribo. Aunque me duela lo triste que se ven estas palabras.

Escribo palabras secas, a las que se les cae la piel y se les cae el encanto.
Con este papel de palabras olvidables haré un barquito que llevaré al mar.
Que dejaré en el mar.

Mi esperanza es que el agua al mojar cada letra, las hidrate lo suficiente, garantizando que si alguna vez estas palabras llegan a ser leídas, no se perciba que nacidas fueron áridas, amarillas, flacas.

O peor aun, alguien pueda darme la certeza de que si son mis ojos los que están perdiendo
sensibilidad.

Pero igual escribo, corriendo el riesgo, animándome a las consecuencias.

[...]

5 comentarios:

Floretta dijo...

falta de palabras bonitas...
feo cuando ocurr.

te veo el miércoles :)

Pame... dijo...

nefastas pueden ser las consecuencias de mostrarse vulnerable...
pero vale el intento..

Le Petit Prince dijo...

Por lo menos escribis, yo hoy comprobe que solo puedo escribir en estados criticos, y gracias a Dios, hace rato que no estoy asi.
igual extraño mi tinta.

Julián dijo...

suele pasar de llenar la hoja con retazos ..





veo que gusta Aristimuño por aca,buena onda. Saludos!

Magdalena Stover dijo...

Las cosas blandas y débiles se parecen más a la vida. No hay que ser fuertes o aparentar serlo. Eso es lo que te saca la sensibilidad. Hacerse uno con la mierda, no enterrarla. ¡Ja! Bueno en realidad mi comentario venía a contarte que me hice un pequeño blog hace unos días... Todavía es una tanto triste...
Nada más.
Adió