[hoy, NO]

Hace demasiado calor, tanto calor, el aire está pesado y me cuesta respirar.
¿O será tu ausencia que me ahoga -aunque todavía no te hayas ido- porque ya es difícil saber que te vas?
Las distancias me parecen más largas, mis pasos me parecen inútiles, hoy me duele más que tu casa quede a un tren y un colectivo de mi casa. No voy a alcanzarte, si estando cerca no supe abrazarte en mis palabras. No voy a alcanzarte ahora.
Los autos pasan por la calle, yo miro desde la ventana. El tiempo pasa también. ¿El dolor pasa? Una canción me sopla: todo pasa, todo queda, no se va si no se olvida. Y yo, yo no creo poder olvidarte.
Siento que es injusto verte irte lejos de mí. Y no poder alcanzarte. Quisiera que estés a mi lado un ratito más, una sonrisa más.
Me gusta (¿gustaba?) pensar que tengo (¿tenía?) que disfrutar el verano, llenarme de cielo y de mar, tatuarme en los ojos las tardes naranjas cuando cae el sol, guardarme en los bolsillos granitos de arena y de alegría, abrigarme el alma con los colores cálidos y los sentimientos vivos, abrigarme hasta la nariz, porque así voy a poder (¿podía?) pasar el invierno.
Pero ahora es Noviembre, y en esta primavera que se marcha temprano, sos vos el que se va también.
Y es el verano lo que queda por pasar.
Y es tu ausencia la que queda por pasar.
¿Con qué se abriga uno para pasar el verano? Imposible taparse con este calor. Imposible abrigar el dolor. ¿Imposible pasar el verano? ¿Imposible pasarlo sin vos?
Llueve, como un riego a tiempo para que no me marchite hoy.
Llueve como un alivio, como una canción.
Llueve para calmar un poco esta sequía de mi corazón.
Llueve y si llega la lluvia, no te vayas hoy.