jueves, 19 de febrero de 2009

no vuelvas sin razón

Ya empezaba a desdibujarte, ya empezaba a olvidar esa manera dulce que tenés de decir las cosas, a dejar entre líneas una sonrisa, y crearme estas ganas de salir a buscarte.
Ya empezaba yo a ser yo, y vos te ibas apagando en la lejanía.
A ser yo sin tu presencia y sin tu ausencia.
A ser YO.
Y empezaba a entender porque llegan las distancias [al final uno las soporta aunque cada vez estemos más cansados, las soporta]. Comprendí que los silencios a veces vienen solo a hacer ruido en el alma, y que uno no siempre escucha lo que quiere escuchar [y está bien porque no es bueno que nos anden dando el gusto todo el tiempo].
Hasta me esforcé en hacer buena letra, y visto que mi ser es tan inmenso, hice lugar y hospedé a estas tristezas vagabundas. Y ya nos empezábamos a hacer amigas, lo que se puede decir, por lo menos conocernos las manías, ellas accedieron a dejarme tranquila por las tardes cuando quiero dibujar.
¿Te das cuenta todo lo que empezaba a hacer?
Hasta yo me creí el cuento de que las cosas se estaban acomodando.

Pero tenías que aparecer, para desestabilizar el falso orden, para revolver polvo y retirar del altillo de mi alma estas ilusiones crédulas [que no saben diferenciar a quien vuelve para quedarse de quien vuelve para llevarse todo].

Y ahora, me encuentro otra vez desde cero sin saber por dónde empezar.

8 comentarios:

Unknown dijo...

A veces hace falta que vuelvan esos seres que no se quedan ni conversan, solo se llevan ilusiones y falsas creencias.

Inclusive ellos hacen falta, para darnos cuenta que aún en el más llano lugar donde nos dejen despojados del todo y la nada, aún ahí podemos volver a armar sin herramienta alguna nuestro Yo de nuevo...

Si, ese cansador "de nuevo". Pero a no confundirse! Es un empezar nuevo si señor, pero con el alma más fuerte, más despierta, y por qué no... mucho más viva.


Te mando un abrazo caluroso y cordobes amiga, te quiero montones!!! Andas dibujando mucho? :)

Besote!

Unknown dijo...

a veces la segunda ola viene tan cerca de la primera que no llegamos a terminar de ponernos de pie.

m a r i e dijo...

Odio cuando vuelve, para desaparecer otra vez desde la nada

Mery dijo...

Nunca un tropezón es caída...

Y si caemos, no importa, siempre podemos volver a levantarnos. Aunque suene molesto, repetitivo, agobiante, cansador, siempre, pero SIEMPRE podemos volver a levantarnos y empezar de nuevo. Eso sí, sabé una cosa, no existe el olvido. No esperes olvidarlo, porque eso no va a pasar, pero sí podes resignificar su recuerdo, y lograr que no te afecte como hoy, que no te desestabilice cada vez que se le antoje volver, o incluso que ya no le quieras abrir la puerta cuando vuelva... Eso sí que se puede, lleva tiempo, pero se puede.

"Y volverás a esperanzarte,y luego a desesperar, y cuando menos lo esperes tu corazón va a sanar, va a sanar, va a sanar y va a volver a quebrarse, mientras le toque pulsar"

Aunque parezca mentira, tu corazón va a sanar...

Beso grande!!

Floretta dijo...

suele ocurrir.
suele pasar que de repente nos olvidamos de SU existencia, o no lo hacemos pero deja de ser imprescindible... y de repente. aparece. y nos desestabiliza. y patea el tablero. y aaaaaah

beso enoooorme

Le Petit Prince dijo...

En realidad no olvidas su existencia, sino que olvidas la importancia que tiene.-

Pame... dijo...

yo ando igual...

Agus-tincho dijo...

(...)Pero tenías que aparecer, para desestabilizar el falso orden, para revolver polvo y retirar del altillo de mi alma estas ilusiones crédulas(...)
Sin palabras.
Que lindo post.
no, sin palabras. cuando las encuentre, vuelvo.
Tincho.