jueves, 28 de febrero de 2008

Ada y su nostalgia

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Ada mira por la ventana, afuera un sol gigante que no lo parece tanto, pues si pone su mano en esa dirección puede jugar a taparlo.
Ada mira por la ventana y ve a Juana barriendo la vereda, mientras su esposo Luís le ceba unos amargos.
Se ve la calle, cada tanto pasa un auto, de todos los que pasaron, 3 azules.
Y hace un rato pasaron los chicos en bicis que se van a la canchita del club a jugar un picadito.
Ada mira el cielo, que desde arriba también observa el barrio... Mira el cielo y lo ve más celeste que una semana atrás... Mira el cielo y dice: ¿no entiendo porque me da miedo volar en avión?
Pasa una parejita de novios, no les ve bien las caras, cree que es la hija del cerrajero... Se dice: ¿no entiendo porque soy tan cobarde para acercarme a Manuel? Nos veríamos lindos caminando de la mano.
Un perro se pasea despacito por la calle como desfilando burlonamente frente a todos los perros de la cuadra, que más que nunca odian estar detrás del tejido de sus casas, y para hacerlo saber ladran con todo el volumen que pueden... Ada los mira y se ríe, ella tiene un gato gordito que esta dormido en un almohadón, para nada enterado del asunto.
Ada mira las cortinas de su ventana, son blancas con un voladito en el borde, las sacude un poco, las sigue mirando.
Pasa una señora con una nena, no son del barrio, la nena lleva unas trenzas hermosas... Ada se dice: quiero visitar a mis parientes que viven en esos otros barrios, que nunca vamos, que no recuerdo ni el nombre de los lugares...
Se queda mirando el cordón de la vereda, que le marca una frontera al pasto.
Después de largo rato, pasa Carla, su vecina, la sigue con la vista, la ve entrar en su casa y cerrar la puerta... Ada se dice: de chiquitas compartíamos tanto, ahora parece que vivimos en mundos diferentes, el tiempo marco una frontera entre nosotras mas feroz que la del cordón al pasto.
Ada se queda mirando por la ventana... pero esta vez la mirada se le pierde en la nostalgia de esa infancia lejana.


Cuentan que cuando un silencio aparecía entre dos
era que pasaba un ángel que les robaba la voz (...)
Ahora comprendo cual era el ángel
que entre nosotros paso:
era el mas terrible, el implacable, el mas feroz.
Ahora comprendo en total este silencio mortal.
Ángel que pasa, besa y abraza.
Ángel para un final.
(Ángel para un final - Silvio Rodríguez)

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2 comentarios:

Damian! dijo...

Ada y sus cosas... lindo nombre para estas etiquetas!!! muy lindo! saludos!

Floretta dijo...

estás (como yo) en la etapa de la nostalgia...
la infancia en la que fuimos tan felices y que ahora extrañamos a veces (últimamente muy seguido en mi caso)
no molestaste para nada con tu firma en mi blog.
es genial saber que hay más gente que es feliz con tan sólo escuchar a lisandro y verlo en vivo, sentadas en el pasto del botánico, con el aire pegándote en la cara... y una sensación de libertad
:)