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Ya es tan tarde, pasadas las doce,
no quedan rastros del palacio brillando de fondo.
Mis zapatos, desgastados de tantos caminos equívocos,
de tantor tropiezos, de tanto polvo...
lejos están de ser zapatitos de cristal.
Mi hada madrina, si es que existe,
debe estar remendando mi pomposo vestido,
porque a esta ropa que llevo
se le nota la difícil tarea de tener que sostenerme en pie.
Del principe no hay rastros.
Hace mucho que no tengo que correr despues de las 12,
porque acá en mi soledad las horas son todas iguales,
quietas, silenciosas, vacías.
Quiero presentar mi renuncia al papel de cenicienta,
hace mucho que ésto no es una historia encantada.
Quiero bajarme del cuento.
[...]
5 comentarios:
genial genial genial
que lindo es leer las cosas que otra persona escribe y sentirse así...
es que nosotras dos estamos conectadas :)
beso enooooorme
hola celes!!!!! quedas abiertamente invitada a la proxima reunion blogger (estaban todos invitados a esta primera)
hablando del posteo, que triste la vision de un cuento de adas comun, sin finales copados ni felices, muy buena y aturdidora vision de una ilusion de pequeña, hermoso como de costumbre!!!
Besos Celes!
quien dijo que la cenicienta tiene que morir despues de las doce?
stop!
no hay relojitos acá q hagan
tic tac puf
el hada te espera
el principe debe estar por ahí, buscandote
el zapatito se limpia y vuelve a brillar
la felicidad esta vez no tiene que tener forma de calabaza
=)
besitos
pasaré más seguido verás, porq me gusta mucho tu lugar
Siempre hermoso lo que escribís. Pero me deja mal el tema de la renuncia. No quiero que renuncies. No quiero que nadie se rinda.
Es solo una cuestión de actitud. Hay que ver el vaso medio lleno.
un paraguas transparente!!!
que genial
aunque a mi no me gustan mucho los paraguas. En realidad no me gusta la gente que no sabe usarlos (o sea el 90% de la población mundial).
te deseo mucha lluvia así salís con tu paraguas a deambular por las calles grises o coloridas de buenos aires.
beso celes :)
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