miércoles, 23 de julio de 2008

quiero pedirte perdón-

Entré al cuarto tan apurada por buscar unos papeles, que verla así, me hizo dar cuenta de lo mal que estaba haciendo en darle tan poca importancia.
Una sensación de culpa me golpeó en el pecho, y entonces no pude más que sentarme a su lado.

Ella estaba tendida en mi cama, miraba por la ventana, pero noté muy bien que en sus ojos, su mirada estaba perdida -contando vaya a saber cuántas tristezas-.
Tenia la cara pálida, como si alguien le hubiera/hubiese robado todo el color de su esencia.

Con sus brazos se abrazaba como quien tiene frío, pero no aceptó ninguna de las frazadas que le ofrecí.

La miré, le tendí mi mano y le pedí perdón.
A veces somos tan torpes que dejamos tendidos en el camino lo mejor que tenemos.

Ella sonrió timidamente, apretó mi mano con fuerzas.
Asi pude ver como volvió el brillo a sus ojitos.
Nada reconrosa, mi esperanza estuvo conmigo otra vez.
.
:. .

8 comentarios:

Le Petit Prince dijo...

Lo bueno es que te diste cuenta, no?
Yo ni siquiera la puedo mirar a los ojos para pedirle perdon.

1 beso.

Unknown dijo...

Ese dicho tan gastado, a veces me susurra al odído de igual manera... "a veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos"...
y me incomoda decir que algo de cierto tiene, no en su generalidad, pero a veces si es aplicable..
Lo mejor que podemos lograr es admitir el error, y retomar camino con más fuerza.

Hay días que mi pierdo de vista a mi esperanza.. A veces tardo bastante en volverla a encontrar, desespera realmente..

Muchos abrazos! :) (y un saludo cariñoso a tu esperanza)

Ariel De Castro dijo...

volvi! muy lindo lo q escribiste!!

pd: estas linkeada

Ale dijo...

Que sensación más conocida...

Creo que siempre nos damos cuenta de la tristeza que tiene y de su mirada perdida. Siempre nos percatamos de ese detalle, pero damos vuelta rápidamente la mirada porque nosotros mismos no aguantamos ese dolor.

Y pasa, pasa que no nos perdonamos, pasa que ya no nos damos una oportunidad. Y con eso todo va muriendo, las cosas dejan de tener sentido y no encontramos un rastro de esa luz que antes veíamos en cada rincón.

Hasta que un día dejamos que las lágrimas se nos escapen y aceptamos de una buena vez que somos vulnerables, que estamos perdidos, que necesitamos volver a empezar. Y es en ese único instante donde pedimos perdón y dejamos que una brisa nueva nos despeine.

Y ahora es solo cuestión de liberar esa angustia, de saber que tenemos ante nosotros lo que querramos tener. Y poder recuperar esa confianza que perdimos alguna vez ante el espejo.

virginia dijo...

ahora te quiero ver con sonrisas de colores.. la vida es esto.. y ahora debe ser enorme la satisfacción.

pedir perdón es de valientes querida celes.. sí.sí-

cha´se vemo.

Floretta dijo...

a veces mi esperanza también se pierde en mi habitación, entre mis miles de papeles en el escritorio, entre la pila de cosas en mi puff. cuando ordeno la encuentro, le pido perdón y la vuelvo a guardar conmigo.

:)

Damian! dijo...

Que lindo Celes! como de costumbre!
recupere mi compu! jaja
BESOS CELES!!!!

Pame... dijo...

...
me dejaste con el corazón en la mano...
.. perfecto!
Bello..